El desafío de recolección de plástico PET y de tapitas de botellas, impulsado por Kyklos y Vital a través del programa Cambiemos la Herencia Vital, ha servido para construir diez plazas con juegos infantiles fabricados en base a plástico reutilizado. Las plazas se han instalado en los colegios que lograron reunir la mayor cantidad de material.
El programa Cambiemos la Herencia Vital, impulsado por Coca-Cola Chile y Kyklos, empresa B de cultura ambiental, trabaja en base a la economía circular con el propósito de fortalecer la cultura ambiental en los niños y niñas de los establecimientos educacionales que conforman la Red Digital Kyklos a partir de su pacto adquirido respecto de la recuperación de los residuos reciclables.
En este contexto, durante el segundo semestre del 2019, se desafió a 58 colegios de distintas regiones de Chile a recolectar plástico PET y tapitas de botellas durante tres meses, con la idea de premiar a los 10 establecimientos que lograran reunir la mayor cantidad de material. A más de un año desde entonces, el programa inaugura diez plazas con juegos infantiles fabricados en base al plástico conseguido y reutilizado.
“El impacto que generó esta campaña para los niños y los colegios que juntaron estos plásticos, fue impactante. Se movilizaron a partir de una misma meta para evitar que los plásticos terminaran en un basurero. Juntaron a los vecinos, a los tíos, a los abuelos y a los negocios cercanos. Esta alianza entre colegios, Vital y Kyklos logró que 58 colegios ganaran, ya que cada niño, cada profesor y cada apoderado pudo contribuir al medio ambiente y comprobar que si somos muchos, juntos podemos lograr grandes cambios”, dice Sebastián Herceg, Gerente de Asuntos Corporativos de Kyklos.
Los colegios que recolectaron la mayor cantidad de plástico
Este desafío nacional logró reciclar 7.490 kilos de plástico y 437 kilos en tapas de botellas, ambas cantidades que hoy han servido para la fabricación de resbalines, estaciones de gato y otros juegos infantiles, que han sido instalados en las dependencias de los colegios ganadores.
El primer lugar se lo llevó el Jardín Infantil El Principito, con 4,25 kg de plástico recolectados por alumno; el segundo lugar, la Escuela Básica Su Santidad Juan XXIII, con 2,12 kg por alumno; y el tercer lugar, el colegio Ciudad de Frankfort, con 1,59 kg por alumno; los tres de la Región Metropolitana.
Luego siguen el Jardin Los Cerezos, de la Región del Maule; Villa María College, de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins; el Liceo 1 de Niñas María Frank de Macdougal, de la Región de Valparaíso; el colegio Federico Ozanam, de la Región de Los Lagos; el colegio República de Paraguay, de Valparaíso; el Colegio Rauquén, de la Región del Maule; y el colegio Leonardo Da Vinci, de la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins.
“Este tipo de desafíos generan cohesión y propósito dentro de la comunidad educativa, en donde docentes, apoderados, estudiantes y asistentes de la educación trabajan en armonía con una misma meta. Esta dinámica contribuye a derribar creencias erradas y con esto cambiar vidas, ya que un estudiante puede incrementar su autoestima académica y motivación escolar si es que sabe y comprueba que sus acciones generan impactos positivos que trascienden a su espacio habitual y que, por cierto, son visibilizados por este tipo de campañas”, dice Carolina Almarza, Subgerente de Experiencia y Cultura de Kyklos.
Previo al desafío de recolección se realizaron una serie de talleres de economía circular guiados por el equipo de Experiencias y Cultura de Kyklos con el fin de reforzar la activación del programa Cambiemos la Herencia Vital. Por ejemplo, una actividad llamada “Puzzles de madera” que tiene por objetivo explicar la diferencia entre la economía lineal de la circular; la actividad “Plastimemo”, mediante la cual los estudiantes logran comprender los distintos tipos de plásticos; y una actividad de reutilización de plástico para la fabricación de banderines.